Redegal, agencia Google Partner Premier 2024
Dos horas y cuarto al día es el tiempo que declaran los consumidores digitales que pasan navegando por las redes sociales, según la consultora GlobalWebIndex. Las grandes marcas han implantado ya sus estrategias de Social Commerce que consiste en ofrecer la posibilidad de comprar y vender directamente a los consumidores de estas plataformas. Quieren conseguir convertir en ventas las visitas de los usuarios a sus perfiles sociales de Instagram, Facebook, YouTube o TikTok, lo más rápidamente posible.
Los estudios y análisis de uso de las redes sociales y comportamiento de los consumidores en internet descubren la tendencia. Según un estudio, anterior a la Covid 19, de la consultora BI Intelligence, en 2017 las 500 mayores empresas de comercio del mundo ingresaron 6.500 millones de dólares, un 24% más que en 2016, con la venta por redes sociales. Para este estudio, el concepto de venta por redes sociales se traduce como la conversión cuyo journey se ha comenzado en redes sociales, no una venta íntegra en la propia red social.
El incremento de la conversión es un hecho, porque los seguidores de las redes sociales no tienen que abandonar las plataformas sociales para finalizar la venta. Además, las fuertes conexiones que se entablan entre usuario y marca aumentan exponencialmente las probabilidades de finalizar una transacción con éxito. Las redes sociales facilitan la comunicación 1to1, dan credibilidad y confianza a los consumidores, por lo que deberían estar en la base de la estrategia de ventas de cualquier marca.
Disrupción del Social Commerce
El shopping a través de las redes sociales, ofreciendo la posibilidad de comprar y vender directamente artículos de moda, alimentación, electrónica, entre otros, no sólo el descubrimiento de los bienes y servicios, está implantado ya en multitud de marcas, grandes y pequeñas. Las marcas han adaptado sus cuentas en las redes incluyendo las herramientas y funcionalidades necesarias para fomentar sus ventas dentro de las mismas. Se trata de eliminar la fricción entre el descubrimiento de un producto en un medio y tener que finalizar la compra en otro.
Si todavía a estas alturas alguna empresa cuenta con los perfiles sociales sin adaptarse al Social Commerce tiene la obligación de reconducir su estrategia de ventas online para mantenerse en el mercado. Las marcas que han optimizado sus experiencias de compras digitales mediante la totalidad de los canales disponibles cuentan con una ventaja competitiva.
El Social Commerce es social, visual y móvil, características que se acoplan a la perfección al estilo de vida de los compradores online. Promocionar los productos a través del contenido en las redes sociales y redirigir al cliente a la web para realizar la compra ha dejado de tener sentido, porque la venta directa desde el canal social evita una brecha con una gran tasa de abandono. El Social Shopping ahorra tiempo y esfuerzo a los consumidores y a las empresas.
Aumento del uso de las redes sociales
Durante el primer semestre de 2020, con la obligación mundial de permanecer en casa, el tráfico global de internet aumentó más de un 50%. Este incremento es obvio que ha tenido un reflejo en los cambios que se han producido en el consumo de las redes sociales. Un crecimiento del consumo derivado principalmente por dos factores:
- la necesidad de comunicarse entre familiares, compañeros profesionales y amigos;
- el aburrimiento, tedio y sopor del confinamiento ha generado una búsqueda de nuevas maneras de entretenerse.
Durante todo este periodo los challenges en Instagram y en TikTok, los largo hilos de Twitter y los vídeos caseros de YouTube se han multiplicado y han cambiado nuestra forma de consumo de material en las redes sociales. Formatos todos estos ya generalizados y que han dejado de ser una simple tendencia de millennials para convertirse en potentes herramientas de marketing y publicidad para las empresas. El éxito de los mismos radica en la capacidad de interacción con el consumidor de una forma activa y de acceso rápido desde el móvil, junto a la sencillez de uso y el ingente tiempo libre disponible.
En 2019 las redes sociales ya eran utilizadas por las marcas como complemento a sus planes de marketing globales, pero ha sido ahora en 2020 cuando han apostado por una estrategia real de venta, de Social Commerce, junto a una mayor presión publicitaria en los hilos de las diferentes redes sociales.
Para la generación de ventas siempre ha sido clave la construcción de relaciones entre vendedor y consumidor. Las redes sociales potencian exactamente eso, la relación social entre emisores y receptores con la potente capacidad de retroalimentación entre ambos e interacción con terceros, ¡en tiempo real! Por tanto, el Social Commerce proporciona a los negocios digitales una información perfecta para mejorar las ventas futuras, porque podrán adaptar sus procesos y productos a las necesidades reales de su audiencia, sus clientes, e incluso adelantarse a su demanda estudiando las tendencias futuras.
Social Listening en el Social Commerce
Las ventas en redes sociales generan reviews de los productos y servicios de manera casi inmediata. Importante tanto para bien como para mal. De la misma manera que el camino del cliente desde el descubrimiento hasta la compra se ha reducido y personalizado, la última fase del journey del cliente social se ha reducido en tiempo hasta la inmediatez. Desde la misma plataforma en la que el cliente ha clicado en el botón de comprar dará al botón de opinar. Con esa rapidez la experiencia de compra del cliente estará publicada en las redes sociales. Por tanto, la escucha y conversación con los clientes es fundamental para amplificar o minimizar las opiniones positivas y negativas sobre todo el proceso de venta.
Los clientes son ya tan sociales en sus compras online como lo son en su vida real, por lo que toda la estrategia de ventas digitales de las marcas debe seguir el mismo camino, comportarse en la venta online como lo harían en una venta física.