¿Cómo es el ciclo de vida de los productos?

Desde hace ya mucho que se intenta luchar contra estas 5 fases del ciclo de vida de los productos para conseguir que los productos permanezcan en el mercado el mayor tiempo posible. Pero esto no es nada sencillo, la aparición de productos más completos y eficientes es inevitable. 

Sigue leyendo para sacar mayor partido a tus productos, ¡te lo contamos todo! 

¿Qué es el ciclo de vida de un producto? 

Se denomina ciclo de vida a la evolución que sufre un producto o servicio durante su presencia en el mercado. Está marcado por la variación de ventas y popularidad. Tiene gran importancia a la hora de la comercialización, analizar los competidores, el comportamiento del mercado y la situación del entorno son clave para establecer la fase en la que se encuentra un producto y consecuentemente la estrategia de marketing que más se ajusta. 

Es un proceso cronológico que suele seguir siempre los mismos pasos. A lo largo del mismo hay diferentes etapas en base a ciertas variables como ventas y beneficios. Ambas suelen evolucionar siguiendo la misma curva, creciente al principio y decreciendo de manera progresiva con el paso del tiempo. En cuanto a los productos digitales el proceso puede ser diferente ya que tienen la habilidad de prolongar su etapa de madurez, pero con el tiempo siempre llega el momento del declive. 

Etapas del ciclo de vida de un producto

Cada producto o servicio tiene su propio ciclo de vida en base a cómo le afectan diferentes factores como la competencia o la obsolescencia programada. Pero a pesar de que los tiempos pueden variar las fases siempre se repiten. 

Las etapas del ciclo de vida de un producto son: 

1. Desarrollo: es el momento de la creación del producto o servicio. Se elabora la personalidad y el mensaje inicial que debe llegar al mercado.
2. Introducción: se lanza el producto al mercado. Aquí los consumidores lo conocen por primera vez y lo valoran. Es una de las fases más críticas. 
3. Crecimiento: si el producto llega a esta fase quiere decir que las ventas aumentaron y los esfuerzos de la introducción dieron sus frutos. Aquí se ha conseguido captar la atención de los consumidores de una manera positiva. 
4. Madurez: es el objetivo de cualquier empresa y la fase de la que nadie quiere salir. Se producen los mayores beneficios y la rentabilidad se mantiene en un nivel alto. Es el momento de hacer grandes esfuerzos para no desaparecer. 
5. Declive: esta última etapa se corresponde con la desaparición del producto del mercado. Es el momento de retirarlo. Las ventas bajan de manera significativa y la posibilidad de contraer deudas para mantener el producto en el mercado es alta. 

Como hemos mencionado anteriormente el ciclo de vida de los productos digitales puede tener variaciones, más adelante explicaremos las diferencias en detalle. 

Cómo aplicar estrategias de marketing en cada fase 

Los esfuerzos para aumentar y mantener la presencia de los productos o servicios en el mercado son contiínuos y por ello dependiendo de la fase en la que se encuentre hay diferentes estrategias de marketing que ayudan a mejorar la situación. 

Además de los esfuerzos enfocados en el marketing digital a día de hoy es indispensable tener una buena estrategia de marketing digital que respalde a tu marca en cada una de las etapas. Es básico contar con información de tu público objetivo que permita conocer sus gustos y necesidades para así crear un buyer persona. 

1. Desarrollo

En la etapa de desarrollo más que una estrategia es necesario una investigación, tanto del mercado como de los clientes objetivos. Es el momento de invertir en información.

2. Introducción

Por otro lado, en la etapa de introducción lo importante es llamar la atención. Los gastos de marketing son altos. Muchas empresas en la actualidad en este punto apuestan por la visibilización en redes. El marketing digital te puede ayudar a llegar a un gran número de personas de una manera más rápida y efectiva. El brand awareness puede ser creado a través de las propias redes sociales del producto o marca pero también a través de colaboraciones con celebridades o influencers. 

3. Crecimiento

El momento de crecimiento está marcado por el aumento considerable de la demanda por ello las empresas deben invertir en softwares que les permitan gestionar toda la información que están recibiendo así como las operaciones. Invertir en un software de CRM es una de las mejores decisiones llegados a este punto. Por este motivo, Redegal ha impulsado la creación de BinnacleData, una solución de analítica que recoge, integra y cruza en un solo lugar las principales fuentes de información de tu negocio.

4. Madurez

En la fase de madurez empieza el momento crítico donde la diferenciación es la clave. 

La competencia ya es considerable y no hay que competir únicamente en los precios, las características y actualizaciones de los productos o servicios son necesarias. Se debe generar una propuesta de valor diferenciada. También se debe valorar entrar en otros segmentos del mercado. Crear campañas de marketing dirigidas a otro target o que sirvan para mostrar los elementos diferenciadores del producto frente a sus competidores son comunes en esta situación.

5. Declive

Por último la  etapa de declive donde las empresas deben analizar meticulosamente sus KPIs (Key Performance Indicators)  para tener una idea clara de la situación en la que se encuentra un producto o servicio dentro del mercado y tomar una decisión de manera consecuente. Hay varias opciones, retirar el producto del mercado, reemplazarlo o relanzarlo con nuevas características. Ninguna de las opciones es correcta o incorrecta, todo depende del análisis de tu producto y el mercado. 

Ciclo de vida de los productos digitales 

El ciclo de vida de los productos digitales sigue las mismas pautas y fases que las de un producto convencional. Pero a pesar de esto sus ciclos de vida son muy diferentes.

En el caso de las redes sociales, por ejemplo, las tendencias cambian mucho y su éxito dura poco, se debe generar contenido de manera constante para mantenerse en el radar de la audiencia y no perder protagonismo. El ciclo de vida de una publicación en redes sociales varía dependiendo de la plataforma. Así, tanto en Instagram como TikTok, las redes sociales del momento, el ciclo de vida de una publicación es de entre 21 a 24 horas. Esto quiere decir que pasa por todas las fases es muy poco tiempo de ahí la importancia de la constancia y originalidad. 

Estos ciclos de vida los marca el algoritmo de cada una de las plataformas. Instagram clasifica las publicaciones en base a su relevancia , dando prioridad a que los usuarios vean primero las publicaciones de las cuentas con las que más interactúan. Las primeras 6 horas son decisivas para conseguir impactar al 50% de impresiones, de ahí en adelante la publicación empieza todo el proceso del ciclo de vida hasta llevar al declive en más o menos 21 horas. 

Por otro lado TikTok es una plataforma que se comporta de una manera totalmente diferente. La vigencia de las publicaciones es de 24 horas de media pero esto puede variar dependiendo de la cuenta y el comportamiento de la misma. Depende de la cantidad y frecuencia de la publicación de contenido. Incluso al entrar a un perfil en el que estás interesado, sin siquiera seguirlo, el algoritmo muestra aleatoriamente contenidos recientes y antiguos de esa cuenta para intentar llamar la atención e identificar si realmente hace parte de tus intereses.

En el caso de los blogs o aplicaciones, el ciclo de vida es más largo y complejo aunque siempre tiene un final. En estos casos la clave está en las actualizaciones para poder alargar su vida lo máximo posible. 

Resíduos digitales

El consumo siempre genera residuos y en el mundo digital no iba a ser diferente. Existe la llamada “basura digital” que hace referencia a todos aquellos archivos que se envían y descargan, páginas web que  se visitan y perfiles sociales que se dejan de usar. 

Todos estos restos generan un aumento del gasto energético producido por los centros de datos, las infraestructuras de red y los equipos de consumo, los cuales necesitan mucha energía para mantener activo todo el sistema. 

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